La combinación de tratamientos suele ser lo más útil para controlar la rosácea. Pueden salir nuevos brotes pero existen tratamientos también para combatirlos y que mejoren
Tratamientos:
- Cuperosis (enrojecimiento) y telangiectasias. La luz pulsada ó laser vascular consigue colapsar los vasos sanguíneos dilatados, unificar el tono y el color, prevenir y tratar brotes inflamatorios de rosácea y mejorar también la textura de la piel. Pueden hacer falta varias sesiones espaciadas por 4-6 semanas, y es habitual que se requieran sesiones de mantenimiento anuales.
- Pápulas y pústulas (granos inflamados):
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- Antiacaricida. Actúa frente al ácaro Demodex presente en la piel para evitar el sobrecrecimiento en exceso.
- Antibióticos tópicos u orales con efecto antiinflamatorio. Sirven sobre todo como tratamiento en brotes durante 1-3 meses pero su efecto es temporal y no sirven como terapia de mantenimiento.
- Ácido azelaico tópico. Tiene efecto seborregulador, antiinflamatorio, antibacteriano y antioxidante. Puede usarse mañana y noche en cualquier época del año.
- Retinoide oral. A dosis bajas puede ayudar a reducir el tamaño de la glándula sebácea, disminuye la producción excesiva de sebo y tiene efecto antiinflamatorio
- Plan cosmético personalizado y adaptado a las necesidades de cada paciente, incluyendo limpieza, exfoliación, tonificación, hidratación y retinización. El retinoide tópico por la noche nos puede ayudar a restablecer la barrera cutánea y evitar el exceso de sebo.
- Rosácea ocular. Se recomienda higiene de párpados y gotas humectantes a diario en los pacientes que la padecen. En brotes se pueden utilizar antibióticos o antiacaricidas con acción antiinflamatoria que disminuye la cantidad de Demodex.