El envejecimiento facial se produce en parte por la pérdida de volumen de determinadas zonas de la cara debido a cambios en la grasa y los huesos faciales. Las técnicas de relleno pueden mejorar estas alteraciones de una forma rápida y segura, restaurando el volumen natural del rostro. El relleno sirve para dar volumen y sostén a diversas zonas: alrededor de ojos y boca, pómulos, nariz, sienes, cejas y línea mandibular.
Los rellenos se realizan con sustancias biocompatibles reabsorbibles que producen un aumento de volumen en varias zonas, efecto lifting de la parte alta y media de la cara, sirve para rellenar arrugas finas y tratamiento de labios. El efecto tiene una duración aproximada entre seis meses y un año. Pasado este periodo de tiempo será necesaria una nueva sesión para mantener los resultados.
Los inductores de colágeno nos ayudan en el tratamiento de la pérdida de volumen y la flacidez. Su efecto presenta una duración de más de 1 año, siendo el efecto máximo entre 2 y 6 meses después del tratamiento.
El tratamiento puede realizarse con o sin anestesia tópica o local dependiendo de las zonas a tratar. Durante el procedimiento puede notar molestias leves, pero el paciente puede incorporarse inmediatamente a su vida normal.
Los efectos secundarios tras el tratamiento si ocurren son leves y pasajeros como el enrojecimiento, hinchazón ó dolor local que puede durar unas horas o pocos días, hematomas que desaparecen en varios días. Muy raramente pueden producirse efectos de nódulos (granulomas) en la zona inyectada, necrosis o ceguera.
Los cuidados después del procedimiento habitualmente son la aplicación de crema con arnika si presenta hematomas, evitar la exposición solar con crema protectora de factor mínimo de 30, y evitar hacer deporte o exponerse a calor intenso (baños, saunas) el día del tratamiento. Puede utilizar sus cremas habituales y maquillarse.