En la oreja tras piercing o traumatismos pueden formarse cicatrices queloides con alteración estética importante.
Los tratamientos se pueden realizar en queloides recientes o antiguos.
Como efecto secundario se forma una nueva herida, puede tener dolor, enrojecimiento y costras que se van resolviendo en las siguientes semanas. Otros efectos más raros son infección, alteración de la pigmentación o cicatrización.
Se recomienda utilizar después de los tratamientos productos tópicos que ayuden a reparar y potenciar la mejora de la cicatrización, y evitar la exposición solar con crema fotoprotector mínimo 50 durante 3 meses después del procedimiento.
Aunque habitualmente se requiere una sesión para conseguir un buen resultado con una cicatriz casi imperceptible, puede reaparecer el queloide meses o años después requiriendo una nueva sesión de tratamiento.