El peeling químico consiste en la aplicación de una sustancia química sobre la piel con el fin de eliminar de una forma controlada las capas más externas de la piel para una renovación celular, exfoliación, eliminar el exceso de sebo y desobstruir los poros.
También por el efecto antiinflamatorio previene la formación de nuevas cicatrices irreversibles. Sin embargo, no mejoran las cicatrices graves atróficas.
Se suelen necesitar 3-5 sesiones para alcanzar los objetivos deseados, que pueden espaciarse cada 3-4 semanas. Son un complemento del tratamiento médico oral, tópico y cosmético para tener mejores resultados y con mayor rapidez.
Se puede combinar en diferentes sesiones con otros tratamientos ambulatorios como el láser fraccionado no ablativo mejorando y previniendo las cicatrices superficiales. También en pacientes que presentan quistes pueden realizarse previo al peeling tratamiento con láser CO2 para vaciar el quiste y que penetre mejor la sustancia química.
Es recomendable preparar la piel durante varias semanas antes con productos tópicos. Así la piel estará lista para realizar el peeling de una forma más segura y eficaz porque penetrará más fácilmente la sustancia química. Del mismo modo, se recomienda seguir el tratamiento posterior al peeling con una pauta concreta establecida por el dermatólogo para seguir mejorando la piel.
Durante el tratamiento es normal que el paciente puede notar ardor o escozor durante unos minutos, tolerable con la aplicación de aire o frío, y se calma con la aplicación de agua termal y crema calmante. El efecto secundario principal es la exfoliación suave por una leve quemadura e inflamación superficial.
Los peelings en el acné producen un suave enrojecimiento y mínima o nula descamación durante unas horas.
Depende de la sustancia y concentración utilizada puede producir enrojecimiento, hinchazón, descamación ó costras durante 2-5 días, pero que no impiden la incorporación inmediata a la vida normal. Muy raramente pueden producirse efectos adversos como infección, cicatrices ó cambios de pigmentación de la piel.
Los cuidados después del tratamiento son limpieza habitual diaria, hidratación frecuente con crema calmante y regeneradora y la protección solar sobre todo los 7 días posteriores con crema protectora con filtro solar 50+.