¿Qué son?
Las estrías son rupturas o cicatrices de la piel con alteraciones de la textura y el color por un estiramiento excesivo. Es un motivo muy frecuente en la consulta por la preocupación estética que genera sobre todo en las mujeres.
¿Por qué se producen?
Por cambios bruscos o importantes de peso, el desarrollo muscular, el crecimiento durante la pubertad, el embarazo, algunos medicamentos, la predisposición genética o por algunas enfermedades genéticas o endocrinológicas con alteraciones hormonales.
¿Qué tipos de estrías son las más frecuentes?
Las del crecimiento después de la pubertad en muslos y nalgas. En niñas también en mamas y en niños en espalda baja. Las estrías del embarazo son más frecuentes en primíparas jóvenes en abdomen, muslos y mamas y se asocian a mayor aumento de peso, bebés grandes para la edad gestacional y parto vaginal traumático.
¿Cómo son?
Están en una fase reciente cuando son líneas visibles rojas o azuladas, lisas y elevadas. Cuando envejecen son pálidas blanquecinas, aplanadas o deprimidas y arrugadas. En esta fase avanzada de cicatrización son lesiones permanentes.
Tratamientos
Lo primero es siempre la prevención. Evitar aumentos o pérdidas de peso importantes de forma rápida sobre todo en adolescentes, deportistas y mujeres embarazadas. Aplicar crema hidratante a diario con ácido hialurónico y silicona. Sin embargo, la alimentación y el ejercicio físico no influyen en la aparición ni mejoría de las estrías.
Los tratamientos tienen que ir dirigidos para estimular la producción de nuevo colágeno, generar una inflamación y un calentamiento controlados de la dermis, disminuir la vascularización, aumentar la hidratación, y mejorar la elasticidad, la textura y la pigmentación.
Los productos tópicos que nos pueden ayudar son los retinoides, los alfa hidroxiácidos y los antioxidantes. Se han usado hidratantes con eficacia variable con ácido hialurónico, silicona, manteca de cacao, centella asiática, aceite de coco, manteca de cacao, aceite de almendra y aceite de oliva.
El tratamiento cuanto antes mejor cuando son recientes y rojas. Combinamos diferentes técnicas para obtener los mejores resultados y se necesitan varias sesiones adaptadas a cada caso.
En estrías rojas la luz pulsada y el láser vascular actúan sobre la microcirculación. Las fórmulas magistrales aportan hidratación y regeneración epidérmica. El láser fraccionado no ablativo o ablativo reestructura el tejido alterado. Las infiltraciones con factores de crecimiento favorecen la regeneración del colágeno.
En estrías antiguas blancas podemos mejorar la textura arrugada, la elasticidad y la forma con dispositivos láseres fraccionados ablativos o no ablativo, pero los resultados son menos satisfactorios que las estrías en fase reciente roja.