Son fármacos que a dosis bajas tienen un efecto antiinflamatorio principalmente e impiden el sobrecrecimiento bacteriano de Propionibacterium acnes.
Se pueden utilizar durante un período de 1-3 meses con mejoría transitoria del acné inflamatorio leve o moderado (pápulas, pústulas, nódulos). No son tan eficaces en el acné intenso y el acné del adulto. Tampoco sirven como tratamiento de mantenimiento, por lo que al suspender es frecuente que vuelva a aparecer el acné.
Los antibióticos pueden tener como efectos adversos principalmente molestias digestivas. Algunos pueden aumentar la sensibilidad al sol, no se pueden dar en embarazadas ni en niños menores de 8 años.